En estos momentos no es posible inscribirse a este curso.

A menudo se visualiza el Tercer sector como el coche escoba que recoge los recursos y los colectivos "excedentes" del sector público y del mercado. Según esta idea, las disfunciones del modelo de democracia liberal y de economía de mercado generan pobreza y exclusión, pero hay unas entidades sin ánimo de lucro dispuestas a minimizar este daño y a las que destinamos algunas subvenciones. Es una imagen reduccionista, construida en negativo, y que desprecia lo que el Tercer sector aporta por sí mismo: nervio democrático, cohesión social, cultura, innovación, trabajo, riqueza ... Así se hipoteca cualquier visión abierta y optimista de los propios conceptos de democracia, cultura, riqueza, trabajo, etc. De hecho, podríamos decir que éste es el modelo que ha entrado en colapso.
Nadie puede negar que en Catalunya el Tercer sector ha ido ganando peso en la gobernanza democrática y económica. Y lo ha hecho en la medida en que ha demostrado con hechos que es un sector maduro, potente, capaz de plantearse retos y superarlos. Es un sector que armoniza austeridad y dinamismo, capaz de detectar nuevas necesidades sociales, de articular soluciones rápidas y eficaces con pocos recursos, y de construir una relación de confianza con las instituciones públicas.
Pero si bien es necesario reivindicar la aportación del Tercer sector al desarrollo económico y social, aún lo es más interrogarnos sobre los retos que tenemos ante nosotros. Cabe dibujar escenarios, definir estrategias, identificar alianzas, perfilar discursos ...