En estos momentos no es posible inscribirse a este curso.

Reconocimiento de créditos optativos (2 ECTS Plan nuevo 2010/2014) o de libre elección (3 créditos Plan Viejo) únicamente a los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB - UPC) al asistir a todas la conferencias del seminario y cursar además el Workshop BCN (1-6 julio 2015). Hay que indicar en la solicitud de matrícula el plan de estudios que se está cursando. Ver archivo adjunto.

Phantasma: Imagen de un objeto que queda impresa en la fantasía.

Phantasĭa: Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar los ideales en forma sensible o de idealizar reales.

“Es en la soledad creativa, en la que el autor dialoga con sus fantasmas, donde se ve el verdadero alcance de la palabra arte”. Leila Guerriero

Resulta difícil encontrar alguna arquitectura del siglo XX que no vaya a otras arquitecturas. Como si la disciplina fuera una casa habitada por phantasmas, donde los arquitectos aprendieron a convivir, enfrentarse o matar a sus ancestros. Invisibles en el inicio, los phantasmas son parte de la misma arquitectura y aunque son a veces rechazados, siempre esperan. Atención, se convierten en presencias que no podemos evitar y que amenazan sin descanso. Pueden ser imaginados como una corriente acechante, como algo diferente a una seguridad, como el viento es diferente del aire y busca invasiones en cualquier proceso natural para despellejar todo y vislumbrar nuevas situaciones.
Ya fueran presencias físicas o imaginarios latentes, la tradición les brindaba la posibilidad de avanzar en los caminos de la reflexión, proponiendo manifiestos o escapando de su realidad circundante a otros mundos interiores. En este sentido, el curso reconstruirá algunos de los itinerarios intelectuales desde los que cualquier arquitecto se enfrenta a la historia de la arquitectura y sus phantasmas en la construcción de su legado con el presente:
- En primer lugar, están los phantamas "familiares", genealogías parentales que obligan al arquitecto a exorcizar su sombra y rendir cuentas ante él. Los phantasmas de la arquitectura toleran pocas bromas y no aceptan lisonjas. Siempre vuelven, para que reconozcamos su poder y vienen de lugares donde nuestro entendimiento no puede seguirlos. Buscar puede ser una trampa. Mejor dejarlos mostrar. La presencia de Le Corbusier en las obras de John Hejduk, los imaginarios de Kazimir Malévich en una primera Zaha Hadid o bien las locuras de Ledoux el Parque de la Villette constituyen ejemplos donde la novedad arquitectónica mide el alcance como un devenir de la historia y el tiempo.
- En segundo lugar, están las Phantasia "interiores", voluntad de convocar mundos dentro de otros mundos. Puntos de fuga o síntomas de una crisis disciplinar, que también se revela como interior. Visiones que no te sorprenden, esa cosa que siempre has sabido y que suele venir con naturalidad, lo que se acerca con ligereza y alegría, sin prisas como si respondieran a tus deseos, con la promesa de hacer un descubrimiento último y aterrador. John Soane fue el primero en marcar este camino desde su idea de ruina y final del mundo clásico con los interiores de casa en Lincoln 's Inn Fields (1837). Le seguiría Adolf Loos y los reflejos de la cúpula del Panteon en el American Bar de Viena (1908).
- Finalmente, los phantasmas "totémicos", aquellas arquitecturas que se transforman en manifiestos exteriores ante la realidad que los circunda y que exhiben, desde la autonomía de su discurso, la capacidad de proposición que toda arquitectura puede imponer sobre su entorno. Indican un empeño, incluso una brutalidad y una intransigencia ante la que los arquitectos deben posicionarse. Más les vale hacerlo, si no su trabajo puede desaparecer con un soplo ligero de aire, casi un aliento. O como Javier Marías alertó a la Dimisión de Santiesteban, el triunfo sobre el phantasma, o "la satisfacción que lleva implícita la superación de un contrincante de mayor envergadura o de más amplio saber; [...] En su delirio, mientras escuchaba por enésima vez el sonido de los pasos sobre el suelo de madera, intentaba coger el fantasma o le llamaba diciéndole farsante, presumido, cobarde, malvado ".