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Ya hace años que todos los actores presentes en el mundo del desarrollo-desde las ONGs hasta las grandes instituciones internacionales-insisten en potenciar la iniciativa local y conceptos asociados, tales como empoderamiento, codesarrollo, capital social o estrategias participativas. En África la combinación de los fracasos reiterados de los modelos desarrollistas y la recuperación de los macroindicadores desde mediados de la pasada década, han exacerbado esta tendencia y las esperanzas que conlleva.

Aunque el afropesimismo no ha desaparecido, aunque los estereotipos sobre las sociedades africanas continúan al orden del día, esas esperanzas son más palpables que en épocas no muy pretéritas. Se impulsan numerosos proyectos con destino al continente vecino -incluso en un país como el nuestro, sin tradición en este campo- y entre el habitual cúmulo de noticias catastrofistas, los diarios se permiten algún guiño optimista, que abarca entre una nueva corrección política -que obliga a ver África en positivo- y una sincera confianza en los cambios al sur del Sahara. Sin embargo, la perplejidad no ha dejado de invadir a los observadores, especialmente aquellos que se acercan a los africanos desde cualquier tipo de expertise.

Las voces africanas que la actual sensibilidad está haciendo audibles resultan de una pluralidad sorprendente. A medida que la atención oscila de las proclamas oficiales -perfectamente homologables en el concierto internacional- a las nuevas emisiones de los "sin voz", ideas como democracia, participación, sostenibilidad o competitividad, se muestran bajo una luz tan diferente a la que normalmente las ilumina en nuestra casa, que todos los patrones y recetarios del nuevo desarrollo quedan en suspenso. El canto que entonan ante nosotros los africanos no surge en absoluto de un coro de iguales y sus derroteros son más impredecibles que los expertos no pueden garantizar las condiciones de su desarrollo. El mundo del desarrollo africano es pues una fuente de lecciones y el curso pretende ofrecer un panorama de los nuevos discursos, más o menos explícitos, como una introducción imprescindible para revisar las aproximaciones al futuro económico y político del continente.